El salón de actos del Campus Universitario Viriato de Zamora acogerá el próximo 26 de noviembre la jornada «Esperanza Longeva: Mayores Independientes», un foro organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA con el patrocinio de la Junta de Castilla y León. La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, explica que la Junta apoya este foro porque tiene una apuesta clara por las personas mayores, por su calidad de vida, sus problemas, necesidades y los programas de envejecimiento activo.
–Cada vez se vive más, ¿hay que cambiar el concepto que se tiene de los mayores en la sociedad?
–Cada vez se vive más. La gente entra en la edad madura a partir de los 65 años y es verdad que no es lo mismo una persona de 65 o 70 años que una persona de 90. Tienen diferentes necesidades porque el momento vital que están viviendo es diferente. Y tampoco es lo mismo una persona de 70 años ahora que hace 20 años.
–¿Qué programas se desarrollan desde la Consejería para las personas mayores?
–Tenemos muchos proyectos para las personas mayores dentro de las actividades de envejecimiento activo. Por ejemplo, el Club de los 60, que es mucho más que los viajes, porque también hay programas, actuaciones y la Universidad de la Experiencia, que tiene actualmente 5.200 alumnos. En la Universidad de la Experiencia participan las ocho universidades de la comunidad y el programa se desarrolla en 27 sedes, 15 de ellas en municipios que no son capitales de provincia. Uno de los objetivos de la Consejería es seguir avanzando en el mundo rural y llevar todos estos servicios que necesitan las personas mayores al mundo rural. Vamos a apostar por la Universidad de la Experiencia rural sobre todo a nivel online. También hay muchos municipios en los que se realizan actividades de envejecimiento activo colaborando con los ayuntamientos o con las distintas asociaciones. Estamos trabajando sobre nuevas ideas y en un programa ambicioso porque es un objetivo de legislatura ser capaces de incrementar todas estas actuaciones de envejecimiento activo.
–¿Qué supone el colectivo de mayores para Zamora y también en Castilla y León?
–El colectivo de mayores en la provincia de Zamora es prácticamente todo. La población de Zamora es una población envejecida, como la mayor parte de Castilla y León, y hay que centrarse mucho en ello. Si ramificamos este colectivo, nos damos cuenta de que cada uno de ellos tiene distintas necesidades. Por este motivo, trabajamos en los programas de envejecimiento activo, pero también en la dependencia, en los distintos grados de la dependencia y en la atención residencial de las personas mayores.
–La Junta apuesta por el modelo de atención residencial «En mi casa», ¿en qué consiste?
–El nuevo modelo que está poniendo en marcha la Junta de atención residencial «En mi casa» pretende hacer sentir a las personas mayores que están en una residencia el centro de todo. Son proyectos centrados en las personas y pensados para las personas, para su proyecto de vida y para que se sientan identificados. Consiste en avanzar hacia esas unidades de convivencia que desechan el modelo tradicional de residencias con habitaciones y una gran sala común y se pasa a tener como pequeños pisos o estancias en los que conviven 16 personas. Tienen su propia cocina y su propio espacio común, pero no solamente a nivel arquitectónico, también a nivel de profesionales, ya que tienen sus profesionales de referencia y son siempre los mismos. Este modelo se pilotó durante los años pasados y se está empezando a implantar ya en toda Castilla y León. Hacia ese modelo es hacia lo que queremos y tenemos que tender, hacia una asistencia residencial de calidad, centrada en las personas mayores y capaz de cubrir sus necesidades.
–¿Qué cambios supone para la persona este nuevo modelo?
–Pasamos a que haya pisos compartimentados que tienen una serie de servicios comunes como fisioterapeuta, peluquería y zonas de ocio, y cada una de las unidades de convivencia está formada por ocho habitaciones individuales o dobles con una capacidad de hasta 16 personas. Tienen su propia cocina y su propio comedor o sala de estar. Los residentes personalizan a su gusto las habitaciones para que se sientan como si estuvieran en su casa y siempre les atienden los mismos auxiliares, terapeutas y enfermeras. El hecho de tener a esas personas de referencia y que sean siempre las mismas es muy importante para las personas mayores porque facilita las cosas en general. En las unidades de convivencia que he visitado hasta ahora, los mayores me han contado que estaban a gusto, encantados y que realmente era su casa. Este es el principal cambio, que no se sientan desplazados y que sientan que siguen siendo importantes y que su proyecto vital importa.
–¿Qué objetivos tienen en cuanto a dependencia?
–El primer objetivo es reducir los plazos para la generación de los derechos de dependencia. En España la media es de seis meses y en Castilla y León era de cuatro. A partir del 1 de enero este tiempo se va a reducir a tres meses desde que se presenta la solicitud para el reconocimiento del derecho de la dependencia. En Castilla y León tenemos los mejores servicios sociales de España y eso es fruto del trabajo de todos, me refiero al tercer sector, a las administraciones locales, a los grandes profesionales que tienen los servicios sociales y a la Junta de Castilla y León. En eso tenemos que seguir y estamos trabajando para firmar un acuerdo marco con las corporaciones locales que tenga una duración de cuatro años. Queremos dar una estabilidad a los CEAS y a los profesionales, que son los que hacen la primera valoración de la persona dependiente, manteniendo las cantidades que se destinan ahora mismo. Este año se han destinado para toda Castilla y León 112 millones de euros. El compromiso de la Junta con las corporaciones locales es que durante estos cuatro años se va a destinar, como mínimo, esa misma cantidad para garantizar una estabilidad y el mantenimiento de esos servicios, independientemente de como evolucione la situación económica. De esta forma, se garantiza el mantenimiento de esos servicios, de los profesionales, la ayuda a domicilio, la teleasistencia y las ayudas de emergencia. Esto es apostar por la dependencia y es el secreto de que los servicios sociales estén donde estén. En Castilla y León prácticamente no hay lista de espera, el 98% de las personas dependientes tienen reconocida esa situación.
–¿Cómo se va a trabajar contra la soledad no deseada?
–Más que la soledad no deseada me gusta hablar de la soledad mal gestionada porque hay personas que han vivido siempre solas y quieren estar solas, pero en determinados momentos tienen problemas por la edad y por estar solas. La soledad es un problema que nos preocupa, es uno de los grandes retos de esta legislatura y hemos puesto en marcha la Red Social de Castilla y León. Uno de los grandes objetivos de esta legislatura es ser capaces de llegar a todo el territorio sobre todo a través de las asociaciones del tercer sector. Hemos creado cuatro grupos de trabajo, de violencia de género, soledad, violencia hacia las personas mayores y con discapacidad, y contra menores e infancia, para que seamos capaces de establecer protocolos que les permitan a los profesionales de estas asociaciones detectar estos casos y saber como actuar ante estas situaciones, ya que son, aparte del personal de los CEAS, los que más pegados están al territorio en el mundo rural. En las ciudades o núcleos más grandes queremos establecerlo a través de las asociaciones de vecinos, de las farmacias y comercios de proximidad. El gran reto que tenemos con las personas mayores es ser capaces de hacerles la vida más fácil y de devolverles todo lo que nos han dado.
Vía: https://www.laopiniondezamora.es/zamora/2019/11/17/gran-reto-mayores-hacerles-vida/1204365.html